martes, 4 de febrero de 2020

Hola amig@s!

¡Gracias por la oportunidad que me brindas de llegar a ti!, a través de este tu espacio que te conecta con tu poder interior… Ideas para Crecer y Sanar, donde encontrarás herramientas que te ayudarán a manejar efectivamente distintas situaciones de la vida, de una forma empoderada.

En esta oportunidad, abordaré la influencia del nombre en tu guión de vida, tema de suma relevancia ya que, cuando se te designó un nombre, junto con el mismo se te pasó una identidad que determina las vivencias que marcan tu guión de vida, vivencias que posteriormente experimentas a lo largo del trayecto de tu vida.

La psique infantil, tal como haría un animal doméstico, se identifica a ese sonido con el que constantemente atraen su atención. Termina incorporándolo a su existencia como si fuera un órgano más. Hay nombres que aligeran y nombres que pesan. Los primeros actúan como talismanes benéficos. Los segundos, son detestados.

Los nombres, en el inconsciente, funcionan como mantras (versos tomados de las obras védicas y usados como encantos). Estas palabras, por su repetición constante, originan vibraciones que producen determinados efectos ocultos. Los brahmanes creen que cada sonido en el mundo físico despierta un sonido correspondiente en los reinos invisibles e incita a la acción de una fuerza u otra.

Según ellos, el sonido de una palabra es un eficaz agente mágico y la principal llave para establecer la comunicación con las entidades inmortales. Para la persona que desde que nace hasta que muere repite y escucha repetir su nombre, éste funciona como un mantra. Pero un sonido repetido puede ser benéfico o dañino. En la mayoría de los casos el nombre consolida una individualidad limitada. El ego

En este sentido, los nombres propios se usan para distinguirnos de otros, aunque en el sistema familiar se asignan por diversas razones que traen consecuencias en la vida posterior de la persona a quien se le ha asignado el mismo, ya que, conlleva a que éste experimente eventos o situaciones que no se llevaron bien por parte de algunos ancestros e incluso a llevar la carga de ejercer un rol de un ancestro que ya falleció y que fue importante para la familia, o de cumplir una misión impuesta por los padres como cumplir una promesa por ellos.

El nombre, es una especie de impronta, produce e induce una serie de sucesos repetitivos en todo tu sistema familiar, cuenta una historia que puede ser la causa de muchos de tus sufrimientos o la fortaleza para asumir esta experiencia llamada vida. En ocasiones conlleva un sentimiento de vivir una vida ajena, lo que conduce a la necesidad de cambia el nombre o hacerse llamar por un pseudónimo que resuene más consigo mismo o bien de traer con ese nombre a alguien excluido.

Para ser libres de esas cargas, es importante saber, ¿Cuáles fueron los motivos que los impulsaron a colocarnos nuestro nombre? ¿Fueron ellos quienes lo hicieron o fue otro familiar?, ¿un amigo de la familia tal vez?. Ya que si una persona ajena al sistema es quien te asigna el nombre, en tu mente sería el equivalente a que tus padres te hubieran dado en adopción afectando tu vinculo con ellos.

Los nombres que recibimos son como contratos inconscientes que limitan nuestra libertad y que condicionan nuestra vida. Por lo tanto, un nombre repetido es como un contrato al que le hacemos una fotocopia, cuando en el árbol genealógico hay muchas fotocopias el nombre pierde fuerza y queda devaluado. Según Alejandro Jodorowsky, el nombre tiene un impacto muy potente sobre la mente. Puede ser un fuerte identificador simbólico de la personalidad, un talismán o una prisión que nos impide ser y crecer.

En los sistemas familiares narcisistas cada generación repite los mismos nombres de sus ancestros y con ello se repiten los destinos. Los nombres tienen una especie de frecuencia que sintoniza con ciertos receptores. Inconscientemente nos sentimos atraídos por ciertos nombres que reflejan lo que somos (a veces son exactos y otras veces están ocultos detrás de máscaras, sólo hay similitudes léxicas o fonéticas): Nuestra parte sana y positiva es un receptor que sintoniza con ciertos nombres, porque nos hacen gozar y sentirnos seguros.

Tal fue el caso de mi abuelo y de mi papá, uno de los nombres del primero era Ignacio y le decían Nacho, Mi papá se llamaba Concepción Segundo, pero le decían Nacho y de hecho se sentía más cómodo cuando le llamaban por el apodo y muy pocos conocían su nombre real. Este apodo le fue asignado cuando entró a trabajar como soldador en una compañía petrolera donde trabajaba mi abuelo quien también fue soldador y fue quién le enseñó los trucos del oficio, esto le dio la fuerza para obtener un reconocimiento significativo en el ámbito de trabajo, aunque su sueño siempre fue ser Médico.

Nuestra parte enferma y negativa es otro receptor que sintoniza nombres determinados, porque hay una intención supraconsciente de resolver el conflicto. Reflexionemos de nuevo en los nombres de lo que hemos atraído a nuestro mundo: -El nombre de nuestra empresa, centro de trabajo, escuela… -El nombre de nuestra pareja, amigos, jefes, profesores… -Personas que se cruzan en nuestro camino por “accidente” y se llaman exactamente igual que nuestro padre (o madre, hermano…) Tanto el nombre como los apellidos encierran programas mentales que son como semillas, de ellos pueden surgir árboles frutales o plantas veneno¬sas. En el árbol genealógico los nombres repetidos son vehícu¬los de dramas. El abuelo materno de mi papá se llamaba como él, concepción, mi padre fue criado en un Municipio llamado La Concepción, sus padres vivieron allí hasta su muerte y mis padres construyeron su hogar en el mismo pueblo, incluso luego de mudarnos y vivir varios años en otro lugar, mi padre abrió una Ferretería que llevaba el nombre Nacho, en el Pueblo de la Concepción.

A continuación describo algunas de las implicaciones que puede tener el nombre en el Guión de Vida…

Nombres de Santos: Cuando se asigna un nombre de este tipo, se puede pretender saldar una deuda pendiente, en la religión católica se suelen hacer promesas a los santos a cambio de favores, este nombre puede ser designado ya que el niño ha estado en peligro y milagrosamente se salvó o recuperó, en este caso el niño lleva la carga de pagar lo prometido por quien le designó el nombre. Igualmente, puede esconder una culpa familiar, que se intenta purificar a través de la ejecución del significado del nombre, se le da carga al niño de sufrimiento y sacrificio que ha llevado el Santo. Por ejemplo, María, Inmaculada, Consuelo se asocian a la pureza, la virginidad, nombres que exigen perfección absoluta, que limitan incluso el ejercicio de la sexualidad por considerarse impura.

Nombres del sexo contrario a tu género: Designando nombre como Juan María, María José, josefina, Mario entre otros, se le dice indirectamente al niño que no está bien visto en su propio sexo (era de un sexo que no esperaba) y por lo tanto el niño puede imitar al sexo contrario, o vivir conflictos significativos con su sexualidad. O bien puede estar trayendo a alguien querido a través del nombre del niño una ex pareja del padre o la madre, por ejemplo, lo que conlleva a que de adulto, sienta culpabilidad al tener su propia pareja y le cueste establecer o mantener relaciones de este tipo, por temor a ser infiel al progenitor. Cabe destacar, que el padre no involucrado con esa pareja puede percibir a su hijo como su rival. : Cuando una hija lleva el nombre de una antigua novia de su padre, se ve condenada a ser “la novia de papá” durante toda su vida.

Nombres de Ángeles terminan en “El” Gabriel, Rafael, Ángel, entre otros: “El”, Significa Dios, en este caso cabe preguntar ¿quién ha muerto joven en el sistema un aborto previo o un hijo antes de nacer? ¿Quién ha sido el angelito que ha muerto y se intenta revivir con este nombre? También puede ser que la vida de este niño haya estado en peligro y se perciba como un milagro. -Miguel Ángel, Rafael, Gabriel, los nombres de ángeles dan problemas con la encarnación.

Nombres de Ancestros muertos: En estos casos es importante revisar cómo fue la vida de esa persona y verificar si se está repitiendo la historia. Tienden a ser personas que han sido muy poderosos dentro del sistema familiar y que al colocarle a un hijo este nombre, se perpetua la historia de esta persona, es un claro indicio de que el duelo aún sigue abierto. Es recomendable “honrar profundamente a esta persona en nuestro corazón”. Si esa persona murió trágicamente a una temprana edad, quien lleva el nombre debe estar muy atento y trabajarlo a través de diversas terapias como las que se describen posteriormente, ya que existe la probabilidad de seguir el mismo destino. Un tío o una tía que se suicidaron convierten su nombre, durante varias generaciones, en vehículo de depresiones. A veces es necesario, para detener esas repeticiones que crean destinos adversos, cambiarse el nombre. La persona que lleva el nombre, siente la responsabilidad de cumplir el rol del difunto, o en su defecto resolver lo que aquel no pudo, llevando muchas veces una carga muy pesada que no le corresponde y le impide ser feliz y exitoso en su propia vida.

Nombre de un hijo previo fallecido:
Cuando esto se hace, se roba al niño de su identidad y lo lleva a ser un “recipiente vacío” en donde reside el recuerdo del niño anterior. La persona verá toda su creatividad, sus afectos y toda su existencia bloqueadas por “un cadáver”. O de convertirse en un rebelde constante como lo fue Salvador Dalí. Esto lo hacen los padres para no experimentar el dolor del duelo, por lo tanto reproducen al muerto en el siguiente hijo. Es peligroso nacer después de un hermano muerto y recibir el nombre del desaparecido. Eso nos condena a ser el otro, nunca nosotros mismos. Llamarse René después de un hermano muerto, es cargar con él toda la vida.

Nombre que se repite:
Existen personas que tienen una fuerte influencia en el sistema familiar y por lo tanto varias generaciones colocan a todos sus descendientes el nombre de esta persona… es importante observar la vida de esta persona y ver las similitudes con la nuestra y sobre todo agradecer. Mi abuela se llamaba Emilia, y yo lo llevo como segundo nombre, igualmente ella tenía una hermana que se llamaba Elena y mi primer nombre Eileen, es una variante de Helen (Elena), luego de que mis padres lo hicieran mis tíos hicieron los mismo, en diferentes variantes y mis primas llevan Emilia como segundo nombre o Emily de primer nombre, incluso algunas taratanietas de mi abuela lo llevan. Mi abuela fue una mujer muy maternal y tuvo muchos hijos para quienes fue una figura importante hasta el día de su muerte, mis primas igual se caracterizan por ello, y yo aunque no tuve hijos vivos, llevo sentimientos muy maternales que me caracterizan.

Nombre del Padre o Madre: Deseo narcisista del padre o de la madre de realizarse a través del hijo. El hijo ya siente presión por la vinculación con sus padres y llevando el nombre se siente con la responsabilidad y culpa subyacente de no poderle dar honor al nombre del padre, realizando lo que el otro hubiese deseado para sí mismo. Tal fue el caso de mi papá el cual ya narré anteriormente.

Personaje Histórico: Si es de algún personaje histórico, novelesco, as del fútbol o princesa de Mónaco, viviremos frustrados y fracasados si no seguimos el guión. Imagina, la frustración de un niño con discapacidad motora a quien se le designa el nombre de un futbolista. O una niña con el nombre de una modelo famosa, quien recibe las críticas de su madre por su sobrepeso.

Algo Material: En este caso la persona adquiere las propiedades de ese elemento. Por ejemplo, “si me llamo por la muñeca de mi hermana, me convertiré en su muñeca, ella jugará conmigo, me dominará”.

Algo No Material como un Arquetipo: Estas personas tienden a fines abstractos ideados por sus padres, desatendiendo lo real e incluso, por oposición a ellos, llegaré a materializar lo contrario a lo que llevo escrito en el nombre. Llamarse Libertad, Paz, Luz, no siempre es sinónimo de ser libre, vivir en paz y tener las cosas claras. O en su defecto te conviertas en vigilante del Arquetipo. En mi país una importante sexóloga se llama Amor, es muy probable que su carrera haya sido elegida como una profesión reparadora.

Los diminutivos: Se proyecta la figura disminuida del grande, y tiene prohibido crecer y superarlo.

Los nombres compuestos: Llevar como los nombres de los abuelos puede representar un conflicto personal si la relación entre ambos es conflictiva. Igualmente los nombres que llevan la conjunción “y”, como una busque da de combinar los nombres de los padres, puede hacer sentir al hijo que debe ser el vigilante de la unión de sus padres. De mismo modo, si el nombre es la combinación de dos o más nombres sentirá la carga de resolver o encargarse de lo no resuelto por quienes lleva el nombre.

Muchas veces cambiar de nombre es arrojar el GPS por la venta del vehículo y empezar a ver y a recorrer nuevos caminos, conquistar territorios que no habían sido archivados por nuestro árbol. Es hacernos cargo de nuestro propio destino.

Alejandro Jodorowsky afirma que cada uno tenemos un nombre, podemos hacer aparecer a nuestro guía interior y pedirle que lo revele en un ejercicio de meditación o de visualización, este nombre viene con nosotros incluso antes de ser concebidos. Es posible que durante la gestación, este nombre les llegue al mismo tiempo a ambos padres de forma telepática, si tienen suficiente capacidad de percepción. Si no es así, es el niño el que debe nombrarse más adelante. En el caso de tener que decidir cómo llamar al bebé, el nombre no debe haber existido en la historia de su árbol genealógico, ni haber pertenecido a personas o ideales de los que lo nombran. En África, las mujeres de una tribu, cuando están embarazadas suelen sentarse al pie de un árbol sagrado a esperar que les sea revelado el nombre de su hijo.

Lo que puedes hacer si tu nombre encaja con algunos puntos de lo aquí descrito, es hacerte llamar por el segundo nombre, por ejemplo Dolores Carolina, si te llaman de pila Dolores y ya por sí el Dolores trae una carga, puedes hacer que empiecen a llamarte Carolina o el segundo nombre, o por ejemplo Carlos Antonio donde Carlos se repite en generaciones con ancestros de destino trágico, comenzar a llamarte Antonio, no es fácil pero de una manera comienzas a retrogradar los designios perjudiciales. Algunas personas optan por cambiarse el nombre e incluso llevan a cabo las acciones legales para tales fines. Grandes poetas y artistas del siglo 19 usaron pseudónimos para facilitarles el camino al éxito.

Es recomendable hacer un análisis transgeneracional e investigar de dónde viene el nombre, para hacerse consciente de la carga que han colocado sobre el mismo. Igualmente, realizar una ceremonia personal donde se agradezca el nombre dado y se suelte la carga correspondiente, las constelaciones familiares y la psicomagia suelen ser herramientas terapéuticas de gran ayuda. Si no tienes a ningún familiar que te cuente la historia de tu nombre. Medita y busca la respuesta en tu interior, incluso puedes crear un nuevo significado para tu nombre.

Técnicas Holísticas como Reprogramación de Sistema de Valores o Ascensión del Ser, pueden ayudarte a identificar programas ocultos no conscientes dentro de tu sistema que pueden afectar tu guión de vida en aspectos como tu relación con el dinero, la pareja, la carrera, tu estado de salud o tu calidad de vida.

Psic. Eileen Azuaje MSc.
Terapeuta Holística
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